En esta ocasión os quiero hablar de un método de limpieza que está desbancando a la fregona en el sector limpieza: el barrido húmedo.
Se trata de un sistema intermedio entre el barrido y el fregado de suelos. Ha sido ideado, en principio, para la limpieza de pavimentos que previamente han sido sometidos a un tratamiento a base de ceras o cristalizadores, y que requieren un control de polvo riguroso.
Para obtener el mayor rendimiento de este método, debemos tener en cuenta estas 3 condiciones:
- El suelo debe estar perfectamente liso y tratado con emulsión, cristalizador o cera.
- El operario debe manejar perfectamente la herramienta.
- Utilizar el modelo adecuado.
El sistema ideal, en este caso, es el de spray mop, que consiste en un mango con dosificador y mopa de micro-fibra. De este modo podemos barrer y desmanchar con una única herramienta, convirtiéndose en un sistema igual de válido para limpiar entre los bancos de la universidad, bajo las mesas de las oficinas y para la limpieza de mantenimiento durante la mañana.
También es un método que se está implantando en los hospitales: al emplear una mopa preimpregnada con una solución antibacteriana por habitación, garantiza la desinfección y evita la propagación de bacterias entre las distintas estancias de un hospital.
¿Cuales son las diferencias entre el barrido convencional y el barrido húmedo?
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Devuelve al ambiente mucho polvo fino que va a depositarse muy rápidamente sobre el pavimento barrido y los muebles |
Retira el polvo, quedándose adherido a la mopa tratada |
No deja bien desempolvado el bajo de los muebles |
La mopa pasa perfectamente debajo de los muebles |
Obliga a ventilar antes o después del trabajo | El suelo queda limpio y desmanchado |
El operario respira el polvo que levanta | |
Hay que desmanchar |
Como ves, el barrido húmedo es una excelente opción para un amplio número de limpiezas.