A lo largo de mi trayectoria profesional en el sector limpieza he comprobado que no sabemos diferenciar entre un acristalado, un abrillantado y un pulido. En parte lo entiendo, porque su objetivo es dejar el suelo liso y brillante.
El pulido solo lo realizaremos cuando necesitemos comer el suelo: es un proceso sucio, producimos barro y requiere de una máquina especifica.
Cuando hablamos de pulido solemos referirnos a dar brillo al suelo; es decir, a su terminación. Esta tarea se lleva a cabo con una rotativa, la máquina estrella de la limpieza. Por ello, esta entrada de hoy, va a servir para que conozcáis qué es una rotativa y qué tratamientos podemos realizar con ella.
La función de la rotativa es limpiar, abrillantar, dar brillo, eliminar rayones y quitar manchas superficiales o que han penetrado en el piso.
Esta máquina funciona conectada a una toma de corriente, pero ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de escogerla?:
– La velocidad y los diámetros de los discos.
– El peso.
– La disposición del motor.
– Que sea manejable y fácil de transportar.
En esta imagen podéis apreciar cuáles son los componentes de la máquina. En el enganche de accesorios es donde introducimos los distintos platos o cepillos para realizar las diferentes tareas que puede desempeñar.
ABRILLANTADO
Consiste en sacar brillo al suelo, principalmente con ceras y otras resinas autobrillantes. El problema del abrillantado es que, al realizarlo con ceras, el suelo puede resbalar y acaba amarilleando.
ACRISTALADO
Consiste en generar unas reacciones químicas entre el carbonato cálcico de la piedra por medio de abrasión (lana de acero) y un ácido (generalmente fluorosilicato de magnesio). El resultado obtenido es la fluorita, que impermeabiliza el suelo y lo protege.
El cristalizado es más duradero y se puede conseguir con él un brillo prolongado, pero solo se puede realizar en materiales como el mármol, el terrazo y, en general, los pavimentos que contienen carbonato cálcico.
MICROPULIDO O DIAMANTADO
Se realiza en suelos de terrazo o mármol que ya han sido pulidos y abrillantados con anterioridad y presentan un estado de desgaste y rayas que el cristalizado no podría dejar en un estado óptimo. Está especialmente indicado en los suelos devastados por el roce de las sillas con ruedas.
El trabajo consiste en realizar un pequeño rebaje mediante máquina abrillantadora y el plato para diamantar, hasta conseguir una superficie libre de rayas e imperfecciones. Tras haber realizado este trabajo hay que llevar a cabo el cristalizado.
FREGADO
Usual en las limpiezas periódicas, se realiza utilizando la máquina rotativa con un disco específico (suelen ser de cepillo en las superficies rugosas y de pads en las lisas) que actuará como destructor de la suciedad más adherida al pavimento. Está especialmente indicado en los suelos cerámicos, linóleos y barro cocido.
Para efectuar cualquiera de estos tratamientos partiremos del pulido, que se lleva a cabo con una máquina especifica.
PULIDO
El pulido de una superficie consiste en rebajar la superficie mediante productos abrasivos (piedras abrasivas, diamante…) hasta afinarlo, eliminando las rayas, incluso corrigiendo imperfecciones producidas durante la colocación del mismo. Se puede realizar en distintos tipos de superficies como el terrazo, el mármol, el hormigón, el pavimento continuo y la baldosa hidráulica o mosaico.
Espero no haberos aburrido y confío en que esta información os haya resultado útil. Si queréis ampliarla o aclarar conceptos, contactad conmigo y profundizaremos en el tema. Hasta pronto.